BALÓN INTRA GÁSTRICO O BALÓN GÁSTRICO (BIG)
El balón intragástrico es un dispositivo ideado para facilitar la pérdida de
peso en pacientes con obesidad. Se trata de un globo recubierto de un
elastómero de silicona, suave, flexible e inerte, que resiste la acción corrosiva
del jugo gástrico.
El Balón Intragástrico o balón gástrico es colocado por un médico especialista en Aparato Digestivo y Endoscopia Digestiva con una gran experiencia en este tipo de intervenciones.
La intervención endoscópica es un procedimiento no quirúrgico que se realiza bajo sedación (no es anestesia general y la realiza un experto Anestesista) en el Hospital de La inmaculada (Granada) o en el Hospital Virgen del Mar (Almería), el proceso dura unos 20-25 minutos y el paciente se va a casa a las 2-3 horas aproximadamente.
Una vez dentro del estómago el balón intragástrico vacío, el especialista en Aparato Digestivo y experto en Endoscopia Digestiva llena a través de una sonda, el balón gástrico, de suero fisiológico teñido con azul de metileno (esta tinción nos sirve para comprobar si hay alguna fuga, en este caso se orinaría de color azul y se cambiaría el balón gástrico). La cantidad de suero que el digestólogo pone en el balón es de unos 500 a 700 centímetros cúbicos.
Una vez lleno se tira de la sonda y esta se separa del balón cerrando la válvula, con lo cual se queda el balón sellado en el estómago, ocupando aproximadamente la mitad de este. La extracción es prácticamente lo mismo.
Debido al espacio que ocupa el balón gástrico, este produce sensación de saciedad precoz, plenitud gástrica y enlentecimiento del vaciado gástrico por lo que el paciente no tiene hambre y empieza a perder peso, siendo notable esta pérdida en la primera semana y seguirá de forma progresiva, bajo el apoyo médico, nutricional y psicológico del Dr. Antonio Cobos, que lleva ya 25 años tratando la obesidad.
Al existir plenitud gástrica, se inhiben unos receptores de presión (presoreceptores) que hay en las paredes del estómago que envían señales hormonales al Hipotálamo para que cuando baje la presión en el estómago nos dé hambre, al existir una presión suficiente, esta señal no llega al Hipotálamo con lo que también disminuye la sensación de picoteo o compulsión por la comida.
El Balón Gástrico se aconseja para un Índice de Masa Corporal igual o superior a 30 Kg. /m2 de superficie corporal o de 28 Kg. /m2 con patologías asociadas: Hipertensión Arterial, Diabetes, Cardiopatías, Apnea del sueño, Artritis, Artrosis, etc.
La pérdida de peso puede llegar a 40 kilos (según mi experiencia en el seguimiento del Balón Gástrico durante 2 años), aunque lo normal son unos 25-30 kilos o menos si el paciente necesita perder menos peso.
El Balón Intragástrico o Balón Gástrico permanecerá en el estómago durante 6 meses, en los que el paciente tiene consultas quincenales o semanales durante un año con el médico nutricionista (Dr. Antonio Cobos) que en cada consulta le hará un Estudio de Composición Corporal con un Impedanciómetro (TANITA) de última generación, donde se verá además del peso perdido, la masa grasa, la masa muscular, la masa de agua corporal, el IMC y un gráfico con la evolución que se le entregará al paciente cada 15 días. En cada consulta quincenal, además se harán las medidas antropométricas y se cambiará la dieta en base a los gustos de cada paciente, pudiendo comer legumbres, pasta, arroz, patatas, carne, pescado, huevos, verduras y frutas, COMBINADAS ADECUADAMENTE según la DIETA DE COMBINACIÓN DE ALIMENTOS DEL DOCTOR COBOS (PROGRAMA DIETETIC).
Este tipo de dietas al no ser restrictivas como las que aconsejan la mayoría de las clínicas (dietas de fotocopia de 600 a 900 kilocalorías diarias) y al ser muy variadas y completas, el paciente aprende fácilmente a manejarlas, con lo que el mantenimiento del peso perdido es mucho más seguro que con las dietas de 600-900 Kcal, pues al retirar el balón se puede seguir haciendo fácilmente durante toda la vida.
Durante los 6 meses siguientes a la retirada del balón gástrico el paciente deberá seguir asistiendo a las consultas quincenales, pues en este periodo es cuando se deben afianzar los nuevos hábitos dietéticos y de vida que se le han enseñado al paciente durante la pérdida de peso.
Una vez retirado el balón gástrico, el estómago queda libre pero no se tiene más hambre que antes de colocarse el balón, en nuestra larga experiencia no existe efecto rebote en cuanto al hambre, todo lo contrario al haberse reeducado la alimentación, el paciente sigue comiendo poca cantidad, salvo en raras ocasiones (bulimia por ejemplo).